Marcos Witt - Cien Ovejas

 

Eran cien ovejas que havia en su rebaño
Eran cien ovejas, que amante él cuidó
Pero en una tarde al contarlas todas
Le faltaba una, le faltaba una y triste lloró

Las noventa y nueve dejó en el aprisco
Y por la montaña a buscarla fue
La encontró gimiendo, temblando de frio
Ungió sus heridas y la cargó en sus hombros
Y al redil volvió

Esta misma historia, vuelve a repetirse
Haya algunas ovejas que tierras nunca van
Con el alma rota van por los collados
Temblando de frio, vagando en el mundo
Sin dios y sin luz

Pero todavia existen pastores
Que por las montañas a buscarlas van
Y cuando las hayan las traen al camino
Al camino bueno la verdad y la vida
Es cristo el señor