Ángel Parra - Jesús y sus discípulos en el huerto

 

Antorchas, linternas, armas
refulgieron esa noche,
los guardias van enviados
por los sumos sacerdotes.

Judas que lo entregaría
ya conocía ese huerto,
la traición la había fraguado
escuchando a su maestro.

"Soldados, ¿a quién buscáis?"
preguntó Cristo, sereno.
Los soldados le responden:
"A Jesús, el nazareno".

Yo soy, yo soy,
yo soy el que andan buscando
entre los que me acompañan.
Yo soy Jesús nazareno,
dejadles, pues, que se vayan.

Vuelve, vuelve,
vuelve tu espada a la vaina,
pues el momento ha llegado.
Tengo que beber el cáliz
que mi padre me ha enviado.